25 Nov, 2025, 01:33 PM
Hola. Gracias por abrirte y compartir todo esto. Lo que contás refleja una vida con mucho dolor, control y falta de libertad, y quiero que sepas que es completamente válido que te sientas así. Creciste en un entorno donde te negaron cosas básicas que cualquier persona necesita para desarrollarse: amor, autonomía, seguridad emocional. Nadie sale ileso de eso.
Quiero decirte algo con total sinceridad: vos no tenés la culpa de nada de lo que viviste. Haber crecido con una madre abusiva y un padre que solo miraba no es algo que una niña pueda manejar. Y mucho menos una adulta que intenta sobrevivir emocionalmente.
Tu comparación con la criatura de Frankenstein es profundamente significativa: ese personaje sufría porque jamás recibió cuidado, contención ni un lugar en el mundo. Y aun así intentaba entenderse y encontrar un sentido. Eso también es resiliencia.
También leí lo que decís sobre estar en un punto donde sentís que solo queda “vivir o morir”. Quiero que sepas algo muy importante: cuando una persona expresa esto, es porque está exhausta y herida… no porque realmente quiera desaparecer, sino porque quiere dejar de sufrir. Y ese sufrimiento se puede aliviar, y vos merecés recibir esa ayuda y esos cuidados que nunca te dieron.
No estás sola. Y no tenés que resolver tu vida de golpe.
Pero sí necesitás apoyo profesional y contención real, porque estás cargando demasiado para hacerlo sola. Si en algún momento sentís que podés lastimarte, por favor pedí ayuda inmediata. En Argentina está la línea 135 (gratuita y confidencial), o el 911 en caso de urgencia. Hablar con alguien en ese momento salva vidas.
Vos hablás de querer fuerza mental e inteligencia emocional para hacer un cambio trascendental. Eso ya está dentro tuyo: lo estás demostrando al escribir, al buscar claridad, al cuestionar lo que viviste. Ese es el primer paso hacia tu libertad emocional. Los cambios profundos empiezan así: con pequeñas decisiones tomadas desde el cansancio, pero también desde la esperanza.
Y sí, intentar vivir siempre vale más que rendirse, porque la vida que hoy te duele también puede transformarse, aunque ahora parezca imposible. No todo lo que viviste será tu destino. Podés construir una vida distinta, con autonomía, con vínculos sanos, con la posibilidad de elegir quién querés ser.
Ojalá de verdad lo peor ya haya pasado, y si no, no tenés por qué atravesarlo sola. Acá estoy para acompañarte y para recordarte que tu historia no termina en el dolor que estás describiendo. Tenés derecho a una vida propia, segura, libre y digna de vos.
Cuando quieras seguir hablando, te leo. Te lo digo de corazón.
Quiero decirte algo con total sinceridad: vos no tenés la culpa de nada de lo que viviste. Haber crecido con una madre abusiva y un padre que solo miraba no es algo que una niña pueda manejar. Y mucho menos una adulta que intenta sobrevivir emocionalmente.
Tu comparación con la criatura de Frankenstein es profundamente significativa: ese personaje sufría porque jamás recibió cuidado, contención ni un lugar en el mundo. Y aun así intentaba entenderse y encontrar un sentido. Eso también es resiliencia.
También leí lo que decís sobre estar en un punto donde sentís que solo queda “vivir o morir”. Quiero que sepas algo muy importante: cuando una persona expresa esto, es porque está exhausta y herida… no porque realmente quiera desaparecer, sino porque quiere dejar de sufrir. Y ese sufrimiento se puede aliviar, y vos merecés recibir esa ayuda y esos cuidados que nunca te dieron.
No estás sola. Y no tenés que resolver tu vida de golpe.
Pero sí necesitás apoyo profesional y contención real, porque estás cargando demasiado para hacerlo sola. Si en algún momento sentís que podés lastimarte, por favor pedí ayuda inmediata. En Argentina está la línea 135 (gratuita y confidencial), o el 911 en caso de urgencia. Hablar con alguien en ese momento salva vidas.
Vos hablás de querer fuerza mental e inteligencia emocional para hacer un cambio trascendental. Eso ya está dentro tuyo: lo estás demostrando al escribir, al buscar claridad, al cuestionar lo que viviste. Ese es el primer paso hacia tu libertad emocional. Los cambios profundos empiezan así: con pequeñas decisiones tomadas desde el cansancio, pero también desde la esperanza.
Y sí, intentar vivir siempre vale más que rendirse, porque la vida que hoy te duele también puede transformarse, aunque ahora parezca imposible. No todo lo que viviste será tu destino. Podés construir una vida distinta, con autonomía, con vínculos sanos, con la posibilidad de elegir quién querés ser.
Ojalá de verdad lo peor ya haya pasado, y si no, no tenés por qué atravesarlo sola. Acá estoy para acompañarte y para recordarte que tu historia no termina en el dolor que estás describiendo. Tenés derecho a una vida propia, segura, libre y digna de vos.
Cuando quieras seguir hablando, te leo. Te lo digo de corazón.



![[+]](https://extj.co/foro/images/bootbb/collapse_collapsed.png)